La profunda garganta excavada por el arroyo Guazalamanco viene de las cumbres más altas de la sierra del Pozo, desde el Pico Cabañas, con 2.028 metros de altitud. Las aguas de este arroyo han ido trazando a lo largo de millones de años el particular recorrido de este curso de agua horadando la dura piedra caliza hasta convergir con el río Guadalentín. De esta combinación roca y agua se obtiene un paisaje dominado por la verticalidad.
Este recorrido discurre íntegramente por terrenos con un alto grado de protección ambiental, debido a la singularidad de sus ecosistemas. Durante el mismo disfrutaremos de vistas panorámicas, caminaremos junto al perpetuo murmullo de las aguas cristalinas y del frescor que nos ofrece su vegetación y escucharemos el canto de la diversidad de aves que habitan en la ribera de este cauce en el que abundan pequeñas cascadas, pozas y remansos que nos incitan a tomar un descanso y contemplar con calma el discurrir del arroyo.
A lo largo del trayecto podremos ir encontrando distintos paneles informativos que nos harán más amena la ruta. Estos podrán explicarnos las especies de aves que podemos avistar en el camino, teniendo la ocasión de contemplar el vistoso vuelo de la oropéndola (Oriolus oriolus), la silueta del martín pescador (Alcedo atthis), o el mirlo acuático (Cinclus cinclus).